¿Es posible hacer de la lectura una filosofía de vida? ¿¿Cuáles son los riesgos? ¿Podemos hallar refugio entre los libros? ¿Nos podemos esconder tras ellos? Todas las respuestas nos conducen a ¡Peligro! Se lee. Un abrazo
Creo que era Sócrates el que decía que una vida no podía ser vivida sin ser pensada. Se me ocurren un montón de citas en defensa de los libros y la lectura, por ejemplo, Fernando Savater dice, refiriéndose a la inteligencia, que lo importante para desarrollarla es: "Tener una mente simple y pensamientos complejos y no tener una mente compleja y pensamientos simples". Desde luego la lectura, sin duda, nos ayuda a estimular, activar y acrecentar nuestra inteligencia. Pienso que en el ejercicio u oficio de pensar hay menos riesgos que en su no práctica. Refugio hallamos y, además, un cálido, y por qué no, amoroso refugio a veces. ¿Escondernos tras ellos? Puede, pero también encontrarnos, y la verdad, en este mundo en que vivimos, como probablemente en cualquier otro mundo, esconderse es díficil. Y, sobre todo, para mí, un libro si algo tiene que hacer es comunidad. Os dejaré con una cita de Iñaki Abad Leguina sobre este último aspecto: "Un libro que no necesite de la palabra del lector, que no haga imperiosa la urgencia de compartir lo que en él está escrito ni lleve a establecer diálogos con otros libros, autores o lectores, que no redunde en nuestro anhelo de comunidad, es un pésimo libro". Salud.
¿Es posible hacer de la lectura una filosofía de vida? ¿¿Cuáles son los riesgos? ¿Podemos hallar refugio entre los libros? ¿Nos podemos esconder tras ellos?
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Un abrazo
Creo que era Sócrates el que decía que una vida no podía ser vivida sin ser pensada. Se me ocurren un montón de citas en defensa de los libros y la lectura, por ejemplo, Fernando Savater dice, refiriéndose a la inteligencia, que lo importante para desarrollarla es: "Tener una mente simple y pensamientos complejos y no tener una mente compleja y pensamientos simples". Desde luego la lectura, sin duda, nos ayuda a estimular, activar y acrecentar nuestra inteligencia. Pienso que en el ejercicio u oficio de pensar hay menos riesgos que en su no práctica. Refugio hallamos y, además, un cálido, y por qué no, amoroso refugio a veces. ¿Escondernos tras ellos? Puede, pero también encontrarnos, y la verdad, en este mundo en que vivimos, como probablemente en cualquier otro mundo, esconderse es díficil. Y, sobre todo, para mí, un libro si algo tiene que hacer es comunidad. Os dejaré con una cita de Iñaki Abad Leguina sobre este último aspecto: "Un libro que no necesite de la palabra del lector, que no haga imperiosa la urgencia de compartir lo que en él está escrito ni lleve a establecer diálogos con otros libros, autores o lectores, que no redunde en nuestro anhelo de comunidad, es un pésimo libro". Salud.
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