lunes, 26 de diciembre de 2011

Pascal, un genio absoluto. Por Adrián Iruela Vara.


Uno de los autores más geniales de la historia de la filosofía, por no decir también de la física, de la química, de la matemática y de la teología, es sin duda Blaise Pascal (1623-1662). Murió a los 39 años como suele decirse «de viejo». Su cabeza, su monstruosa genialidad, no daba más de sí. Cuando le hicieron la autopsia encontraron unas extrañas manchas negras en su cerebro, como si estuviera «quemado». Genial Blaise Pascal, precursor del irracionalismo de Schopenhauer y Nietzsche, sentimental, religioso, jansenista, anticartesiano, combativo, antijesuita, agustiniano, feroz rival -que se lo pregunten al ya viejo Descartes, impotente ante la genialidad de este joven-, ahí van unos cuantos hitos que nunca deberían ser olvidados para cuando digan que X jugador de fútbol es un genio, o tal músico de Pop y R&B lo es, o cualquier otro tipo con éxito. Ser un genio no es un grado, sino una condición, no los hay más geniales o menos, sino que lo eres o no.

Étienne Pascal, su padre y probablemente el mejor matemático de su tiempo, decidió que Blaise no iba a estudiar matemáticas antes de los 15 años para que se dedicara a las letras y se le retiraron todos los textos matemáticos de su alcance. Blaise, sin embargo, sintió crecer su curiosidad, y consiguió localizar varios libros de su padre, los que estudió en un idioma que en principio desconocía, el latín, empezando a trabajar en la geometría por sí mismo a la edad de 12 años. Con esa edad, sin ayuda de nadie, logró comprender y realizar toda la geometría de Euclides sobre el suelo de su habitación. Su padre se dio cuenta y le facilitó el acceso a sus libros de matemáticas, que pronto se le quedaron cortos.

Entre los 14 y 17 años, Pascal estudió toda la obra de Desargues, ingeniero y matemático de grandísimo prestigio. A la edad de 14 años, Blaise Pascal comenzó a acompañar a su padre a las reuniones de Mersenne. Mersenne pertenecía a la orden religiosa de los Mínimos, y su celda en París era un lugar de frecuentes reuniones para Gassendi, Roberval, Carcavi, Auzout, Mydorge, Mylon, Desargues y otros. Al poco tiempo, concretamente en la época en la que tenía 15 años, Blaise llegó a admirar la obra de Desargues. A la edad de 16, Pascal presentó un solo pedazo de papel en una de las reuniones de Mersenne en junio de 1639. Contenía una cantidad de teoremas de geometría proyectiva, incluyendo el hexágono místico de Pascal. En diciembre de 1639 la familia Pascal dejó París para vivir en Rouen donde Ètienne había sido nombrado recaudador de impuestos de la Alta Normandía. Poco después de establecerse en Rouen, Blaise publicó su primera obra, Ensayo sobre las Secciones Cónicas, en febrero de 1640. Es decir, desarrolló, por primera vez en la historia, el cáculo de las cónicas y la geometría tridimensional con menos de 17 años, sin olvidar en este campo los logros del citado Desargues.

Con 19 años, Pascal inventó la primera calculadora digital para ayudar a su padre en la tarea de la recaudación de impuestos. Trabajó en ella durante tres años entre 1642 y 1645. El aparato, llamado Pascalina, se parecía a una calculadora mecánica de los años 40 del siglo XX.

Con 23 años el joven Pascal, tras un sueño místico y una revelación, se volvió profundamente religioso. Empieza a escribir libros teológicos.

Desde esta época Pascal empezó una serie de experimentos sobre la presión atmosférica. Hacia 1647 probó para su propia satisfacción que existía el vacío. Descartes visitó a Pascal el 23 de septiembre. Su visita duró dos días y discutieron acerca del vacío en el cual Descartes no creía. Descartes escribió, de un modo bastante cruel, en una carta a Huygens después de su visita, que Pascal «…tiene mucho vacío en su cabeza».

En agosto de 1648 Pascal observó que la presión de la atmósfera decrecía con la altura y dedujo que el vacío existía por encima de la atmósfera. Descartes, envidioso, escribió a Carcavi en junio de 1647 acerca de los experimentos de Pascal diciendo:

«Fui yo quien le recomendó hacerlo hace dos años, por lo que aunque no lo he llevado a cabo por mí mismo, no dudo de su éxito…».

En ocubre de 1647 Pascal había escrito Nuevos Experimentos Acerca del Vacío lo que le había llevado a discutir con una cierta cantidad de científicos que, como Descartes, no creían en el vacío.

Étienne Pascal, su padre, murió en septiembre de 1651, y acto seguido Blaise escribió a una de sus hermanas dándole un significado profundamente cristiano a la muerte en general y a la de su padre en particular. Estas ideas formarían las bases de su posterior trabajo filosófico Pensées (Pensamientos).

Desde mayo de 1653 Pascal trabajó en las matemáticas y en la física escribiendo el Tratado sobre el equilibrio de los líquidos (1653) en el que explica la ley de la presión de Pascal.

En la correspondencia que mantuvo con Fermat dejó sentadas las bases de la teoría de la probabilidad. Esta correspondencia consistió en cinco cartas que fueron enviadas durante el verano de 1654, cuando contaba con 31 años de edad, teoría que intentaban desarrollarla desde hace años otros matemáticos de prestigio.

Sin embargo, a pesar de sus problemas de salud, trabajó intensamente en cuestiones matemáticas y científicas hasta octubre de 1654. Por entonces estuvo a punto de perder la vida en alguna ocasión. Parece que resultó muy afectado psicológicamente. No mucho después sufrió otra experiencia religiosa, el 23 de noviembre de 1654, que le llevó a dedicar su vida al cristianismo. 

Solo abandonó el pensamiento teológico una vez más para volver a las matemáticas, en 1658. Pascal empezó a pensar en problemas matemáticos de nuevo mientras permanecía despierto durante la noche, incapaz de conciliar el sueño debido a los dolores que sufría. Su trabajo trató sobre el cicloide, la curva trazada por un punto en la circunferencia de un círculo rodante. Calculo que logró realizar. También resolvió los problemas del volumen de un área de superficie del sólido de revolución formado girando el cicloide sobre el eje ‘x’.

Como decíamos, después de 1654, salvo una excepción que ya hemos explicado, Pascal se dedicó al crisitianismo. Realizó algunas visitas al monasterio de los jansenistas de Port-Royal des Champs, a unos 30 Km. al norte de París. Comenzó a publicar trabajos anónimos sobre temas religiosos, dieciocho Cartas Provinciales que se publicaron durante 1656 y cerca de 1657. Éstas se escribieron en defensa de su amigo Antoine Arnauld, un opositor de los jesuitas y defensor del jansenismo, al que se estaba enjuiciando en la facultad de teología de París por sus controvertidas publicaciones religiosas y tesis de severidad espiritual agustiniana. El trabajo filosófico más famoso de Pascal es Pensées (Pensamientos), una colección de pensamientos personales sobre el sufrimiento y la fe en Dios que comenzó a finales de 1656 y en la que continuó trabajando durante 1657 y 1658. Este trabajo contiene la ‘apuesta de Pascal’ que reivindica la prueba de que la creencia en Dios es racional con el siguiente argumento:

Si Dios no existe, uno no pierde nada creyendo en él, mientras que si existe, uno lo pierde todo no creyendo.

Con la ‘apuesta de Pascal’, éste utiliza argumentos matemáticos y probabilísticos pero su conclusión principal es que

…estamos obligados a jugar…

Pascal murió a la edad de 39 años, viejo, habiendo vivido y realizado más que nadie, sumido en un intenso sufrimiento a causa de un tumor maligno en el estómago que se extendió pronto al cerebro. De ahí esas famosas manchas de las que algunos afirman que son quemaduras.

5 comentarios:

  1. Misterioso mundo el de las matemáticas ¿Algún día comprenderemos sus claves básicas? Yo, no creo, pues alguna vez lo he intentado, sin éxito.

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  2. No te olvides que ese mundo lo han creado los hombres para entender, aunque parezca, a veces lo contrario, de la misma manera que los teológos elaboran, o elaboraban, el suyo para comprender. Pascal que vivió fascinado por el mundo de la lógica matemática desde niño y, sin embargo, abrazó la teología, y tal vez la más radical de su tiempo, pues a los jansenistas les llamaban los calvinistas católicos, al final de sus días. La verdad es que tanto la ciencia (discurso al que llaman riguroso) como la filosofía (que es ciencia en sentido más amplio puesto pretende alcanzar también la verdad o cierta verdad ) todavía no terminan de dar respuestas ante las preguntas básicas que se sigue haciendo el hombre.

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  3. Lo mejor el final del texto con la "apuesta de Pascal" junto con la conclusión. Hace pensar y reflexionar.

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  4. Siempre que leo sobre genios, sus logros y desarrollo durante la infancia me pregunto cual es el ambiente que los rodea durante esta etapa, cual es el papel de la familia y el entorno psicológico que ella crea para motivar al niño a interesar-se por las ciencias y el pensamiento abstracto en general. Me ha fascinado del texto la imagen del niño estudiando y creando la geometría de Euclides en el suelo de su habitación, parece como un juego, un arte.

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  5. No dudes de que para el niño que fue Pascal la matemática era un puro juego como lo debió ser para Mozart o Britten la música. Los dos músicos con cinco y diez años, respectivamente, componían música. Tanto Pascal como Mozart o Britten,los ejemplos podrían ampliarse, recibieron esmeradas educaciones y estímulos constantes en sus ambientes familiares que, sin duda, contribuyeron a desarrollar y fomentar sus predisposiciones y talentos naturales. Con el desarrollo de la neurociencia se sabe que el ambiente, el entorno social y cultural, en definitiva, son básicos para potenciar la inteligencia de los individuos.

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