Felix Mendelssohn-Bartholdy (1809-1847)
Sobre las alas del canto,
amada de mi corazón,
te conduzco hacia los prados del Ganges,
donde conozco el lugar más hermoso.
Allí hay un jardín con flores rojas
en el sereno claro de luna;
las flores de loto esperan
a su querida hermanita.
Las violetas sonríen y hablan graciosas
y miran hacia las estrellas;
secretamente se narran las rosas
perfumados cuentos al oído.
Llegan saltando y escuchan las piadosas,
inteligentes gacelas;
y en la lejanía murmuran
las olas del sagrado río.
Allí queremos postrarnos
debajo de la palmera
y beber amor y sosiego
y soñar un sueño feliz.
Después de colgar el post, me ha parecido un poco melifluo, pero bueno está...
ResponderEliminarDe melifluo nada. Es una belleza. A cultivar más nuestra parte emocional que, tal vez, sea la única que merezca la pena. Dice Ferlosio que a los hombres si algo los puede salvar son sus sentimientos nunca sus convicciones.
EliminarTienes razón, los sentimientos es lo que nos mueve en esta vida o, al menos, debería ser así.
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