sábado, 29 de septiembre de 2012

Paul Valéry

    “ La Literatura no me interesa profundamente, sino en la medida en que ejercita el espíritu en ciertas transformaciones: aquellas en las que las propiedades excitantes del lenguaje juegan un papel decisivo. Es cierto que puedo sentirme atraído por un libro, y leerlo y releerlo con gran placer, pero sólo se adueña de mí por completo si encuentro en él los signos de un pensamiento de potencia equivalente a la del lenguaje mismo. La fuerza de doblegar el verbo común para fines imprevistos sin romper las «formas consagradas», la captura y el dominio de las cosas difíciles de decir, y, sobre todo, la conducción simultánea de la sintaxis, de la armonía y de las ideas (que es el problema de la poesía más pura), son, para mí, los objetos supremos de nuestro arte. 
*
       Esta manera de sentir tal vez sea chocante. Hace de la «creación» un medio. Y conduce a excesos. Es más, tiende a corromper el ingenuo placer de creer, que engendra el placer ingenuo de producir y que es la base de toda lectura. Si el autor se conoce demasiado, si el lector se hace activo, ¿qué ocurre con el placer?, ¿qué con la literatura? ” 
                                                                               
                                                                             Paul Valéry, Sobre “El cementerio marino”

1 comentario:

  1. Siempre se dice que a través de la poesía se expresa lo inexpresable, lo inefable. Que enseña a sentir dando nombre a las cosas. Que debe nombrar lo que no tiene nombre ni podría tenerlo. Quizá porque la poesía se ocupa de la parte no lógica de nuestro pensamiento se nos hace tan difícil de entender y de llegar hasta ella. Para Claudio Rodríguez el germen de la poesía es la intuición y da la facultad de conocer sin mediador alguno y sin razonamiento. Decía: "La poesía es una manera peculiar de conocer(...) Todos los grandes poetas están utilizando la intuición. Intuir es conocer. No sólo existe el conocimiento lógico, que es lo que la gente piensa. Existe el conocimiento imaginativo. EL conocimiento a través del sueño, por ejemplo, como decía Bécquer. Existen zonas inconscientes del ser, que son muy importantes en poesía, muchas veces decisivas. En mi caso, en mi primer libro esto es determinante. Esa ignorancia que yo tenía. Porque yo tenía el impulso y nada más. Sí, lo irracional puede ser una fuente de conocimiento, y muy importante. Pero hablo del conocimiento poético, no del conocimiento lógico, porque la poesía no tiene nada que ver con la lógica."

    "Yo oigo de mil maneras
    y con mil voces lo que no se escucha.
    Lo que el hombre no oye. Y toco el quicio
    muy secreto del aire, y va creciendo
    la armonía, junto con el dolor.
    Y oigo la piedra, su erosión, su cántico
    interior, sin golondrinas
    desdeñosas, sin nidos,
    porque el nido está dentro, en el granito,
    y ahí calienta, y alumbra, hoy en junio,
    la cal viva."
    'Música callada', El vuelo de la celebración.

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