viernes, 2 de marzo de 2012

KAFKA "El proceso" y "Metamorfosis"


















Los protagonistas de las dos novelas, el señor K. y Gregor Samsa, tienen en común, que ambos no logran volver a encontrar las cosas en el mismo lugar en el que aparentemente las habrían dejado por la noche. La dislocación a la que quedan expuestos se relaciona con el despertar, con el tránsito del sueño a la vigilia. Kafka entiende que este paso es muy delicado, tan frágil que lo extraño, para él, es que al despertar todo siga en su lugar; porque el soñar es quedar ilimitadamente expuesto a esa alteración de las cosas. Fragmento de "El proceso" que forma parte de la escena del arresto:

"Lo raro es que, cuando uno se despierta por la mañana, ... en lineas generales vuelve a encontrar las cosas en el mismo estado en el que estaban por la noche. Sin embargo, durante el sueño uno se ha encontrado, por lo menos en apariencia, en un estado esencialmente distinto de la vigilia y hace falta una infinita presencia de ánimo o, mejor dicho, de presteza para cogerlo todo, al abrir los ojos, por así decir en el mismo punto en que uno lo ha dejado la noche anterior".

Es cierto, el despertar exige una infinita presencia de ánimo. Quien no agarra velozmente el hilo de la continuidad del día, corre el riesgo de quedar atrapado, no en el sueño, sino en una forma particularmente aterradora de la vigilia. Este momento inquietante de la vigilia es quizá el que más se parece a la perspectiva de K. en "El proceso". Pero su historia, enseña que el quedar detenido en ese momento del despertar, va más allá, es la imagen primaria del extrañamiento, de esa ruptura con el mundo familiar y conocido. Y es por lo que K. con una actitud veloz, al despertarse, sin dejarse alterar por lo extraño, piensa que la detención pudo ser evitada:

"Me sorprendieron, eso es lo que pasó. Si, inmediatamente, después de despertarme, sin dejarme desconcertar por la ausencia de Anna, me hubiera levantado enseguida y, sin atender a nadie que se hubiera interpuesto en mi camino, hubiese venido a verla; si esta vez, excepcionalmente, hubiese desayunado por ejemplo en la cocina; si me hubiera hecho traer por usted de mi habitación la ropa; en pocas palabras, si hubiera actuado con sensatez, no habría ocurrido nada más, y todo lo que había de ocurrir se habría evitado..."

2 comentarios:

  1. María Zambrano dice que la obra de Kafka nace de un sueño. El sueño es uno de sus temas recurrentes, así como el poder, la mediación, la incerteza, la falta de sentido, la violencia política, la culpa... Parte de sus narraciones y novelas arrancan con un acontecimiento, como en este caso en 'El proceso' y en 'La transformación', en la que los protagonistas se ven inmersos en un mundo que no entienden, más extremo en el caso de 'La transformación', en el que el personaje pierde su condición ontológica (su ser). Y como se señala muy bien en la entrada todo ello ocurre en la transición que va del sueño a la vigilia. Leyendo la obra de Kafka observas que el autor tenía muchas dificultades para adaptarse al mundo real, mundo real que está simbolizado en sus ficciones. Cuando Gregorio Samsa se convierte en un insecto descubre el verdadero rostro de su familia (la realidad), como K inmerso en un proceso incomprensible del cual lo único que sabe es que está condenado. La realidad está representada en un sueño. Ambos personajes se despiertan y encuentran un mundo en el que todo está en su sitio, pero en el que ambos viven una pesadilla de la que no van a salir.
    Para Álvaro de la Rica la obra de Kafka representa un mundo sin afuera y sin adentro. Un callejón sin salida y sin entrada.

    ResponderEliminar
  2. Hace unos cuantos años leí las novelas de Kafka y los diarios, en la edición de Galaxia Gutenberg. Los diarios son muy interesantes porque se puede seguir el proceso creativo del autor, ya que en ellos se encuentran borradores de sus obras. También se puede constatar cómo buena parte de lo que nos cuentan sobre la vida de Kafka directamente es falso. Siempre se nos transmite la idea de que era una persona áspera, extraña y poco sociable, cuando realmente tuvo una vida social y sentimental variada e intensa. También es un mito la idea de que él no quería publicar como se desprende de una carta dirigida a su primer editor Kurt Wolff en la que Kafka le dice: "Mucho más que agradecer la publicación de mis originales le agradeceré que se sirva usted devolvérmelos". Con respecto a sus obras inacabadas hay que decir que si alguno de sus cuentos o novelas quedó inacabado fue debido a un desmesurado rigor crítico contra sus escritos (Félix de Azúa). Habitualmente se nos manifiesta que Kafka fue una persona poco viajada cuando no fue así. Simplemente con una lectura superficial uno advierte por detalles que su relación con la familia tampoco era tan negativa como él mismo manifestaba en sus obras. En todo caso en los diarios se puede observar su evolución personal. Como él mismo dice en uno de los pasajes "Uno encuentra en su diario pruebas de haber vivido, de haber mirado alrededor y de haber anotado observaciones incluso en circunstancias que hoy parecen insoportables, es decir, encuentra pruebas de que esta mano derecha se movió igual que se mueve hoy, cuando nos hemos vuelto, ciertamente, más prudentes gracias a la posibilidad de abarcar con la mirada nuestras circunstancias de entonces".

    ResponderEliminar